Menos mal no hay paro

Según el presidente Santos y otros funcionarios del alto gobierno el Paro que comenzó el pasado 19 de agosto fracasó. Sin embargo, la vivencia de los colombianos de a píe es otra: a pesar de la fuerte represión de la fuerza pública la gente salió y sigue saliendo cada vez más a protestar. Para esta semana se anuncia que la MANE y Fecode se sumarán a las protestas. Quiero hacer un primer análisis de tres aspectos claves del paro: uno el uso de la violencia por parte de manifestantes y la fuerza pública, dos, las posibilidades de acción noviolenta y, tres, el uso de tecnologías por parte de la sociedad civil para denunciar y reportar los abusos del poder.

Como uno de los editores del blog #YoParoPor cuyo propósito es aunar la información sobre esta coyuntura proveniente de medios alternativos, ciudadanos y populares he tenido que estar revisando constantemente la Internet en busca de artículos recientes, fotos, videos y todo el material sobre el paro. Eso me ha permitido ver un amplio panorama de lo que ha venido pasando en el país a largo de esta semana.

Se ha escrito mucho sobre las razones del Paro y los intereses que están detrás de ellos. No voy a ahondar en argumentos pero es obvio que hay intereses políticos y politiqueros en este Paro.

Los intereses de los manifestantes son claramente políticos, quieren cambios en la forma en que se maneja la cuestión agraria, quieren bajar los precios de los insumos de la producción, quieren protección legal para sus procesos productivos.

Del otro lado el gobierno tiene el claro interés político de mantener el modelo de desarrollo que ha venido imponiendo, favoreciendo a las transnacionales y a los grandes capitales, fomentando la importación de alimentos, buscando que los campesinos pasen a ser peones de las grandes haciendas, etc.

Pero las diferencias profundas sobre la forma de hacer cosas que nos atañen a todos, es decir la política, en el sentido más amplio de la palabra, no es lo único que está en juego. Las divergencias en el modelo de sociedad tienen representantes y ellos se la juegan en este paro, están en juego también las elecciones del 2014. Para Santos y su aspiración reeleccionista es clave la imagen que quede. Para Uribe, es importante acompañar el paro para asegurar su popularidad. El amplio abanico de expresiones de la izquierda por supuesto también está jugándosela por el apoyo popular.

Sin embargo es grosero pensar que la gente a no va al paro porque Uribe, La Marcha Patriótica, el MOIR o el Polo, el Congreso de los Pueblos o cualquier otra fuerza los manipula. Si las personas no se sintieran realmente afectadas por lo que pasa en el campo no estarían jugándose la vida en las carreteras. Boyacá, por ejemplo no es exactamente el departamento donde la Marcha Patriótica o cualquier otra forma de la izquierda tenga más fuerza, sin embargo es probablemente la zona donde la situación ha estado más complicada. Lo que ha cambiado y lo que impulsa más el Paro es un año largo de vigencia del TLC con Estados Unidos que ha empobrecido a los productores agrícolas y les ha aumentado sus costos de producción.

Se esperaba que el Paro fuera duro. «Santos necesita mostrar su fuerza» me explicó un dirigente de izquierda antes de comenzar el paro, para el proyecto de la reelección, el gobierno necesita que los votantes que esperaban mano dura, vean que la tiene, por eso el ESMAD está desbocado. Hoy mataron un muchacho en Fusagassugá, en varias ocasiones han disparado armas de fuego (que se supone no deberían lleva a este tipo de situaciones), rompen vidrios, se roban la comida de la gente, la amenazan, la golpean sin razón, se ensañan con los que han caído al suelo, le quitan el material a los periodistas.

Ante este panorama la pregunta de las personas es la más obvia: ¿por qué si un gobierno es capaz de sentarse a negociar con su peor enemigo en La Habana no es capaz de negociar con personas que trabajan todo el tiempo dentro de la ley pero que han han decidido mostrar su inconformismo con la situación en la que viven?

El gobierno intenta explicar eso con dos argumentos: el primero que las protestas están politizadas, que como vimos es cierto, es lo más político que como ciudadanos reclamemos que el estado sea lo que nosotros pensamos que debe ser. Incluso es completamente legítimo que partidos y movimientos brinden su apoyo abierto o disimulado a las expresiones espontáneas de la ciudadanía, que lo hacen con interés y buscando réditos electorales, claro!

La democracia parte del hecho que la gente toma decisiones como mayores de edad, como personas conscientes y capaces de razonar. Hay seguramente unos cientos de miles de personas en las calles protestando de alguna u otra manera. ¿Se traducirá eso en cientos de miles de votos para la Marcha Patriótica o para el Congreso de los Pueblos o para el Partido Conservador o o El Libertal o el uribismo?

Difícil responder eso. Tal vez, en algunos casos. Depende de muchas cosas. Pero sobre todo depende de lo que pase de acá a marzo o junio que pueden ser muchas cosas. Pero independientemente de su incidencia en la contienda electoral, la primera lección que tenemos que aprender es que este es un suceso político; que si no termina en la modificación de algunas políticas públicas lo único que logrará será acumular la ira, que algún momento se puede desbordar, incluso más allá de los planes de los jugadores. Si no miren lo que pasó en Egipto.

El otro argumento del gobierno es que no negocia mientras hay vías de hecho. Veamos: la política es el arte de proponer a la opciones para el manejo de lo público y llevarlas a cabo. La democracia es el sistema político donde casi cualquier propuesta política puede tener cabida, siempre y cuando cumpla algunas reglas, que tienen que ver principalmente con no imponerla por las armas y someterlas al debate público.

Sería muy interesante y muy democrático que los campesinos pudieran llamar al presidente o a alguien del gobierno y decirle que se siente con ellos y les solucione algunos problemitas. Bueno la verdad algunos «campesinos» como los de Fedegan o la SAC tienen más o menos esa capacidad, pero las mayorías campesinas o estudiantiles o de cualquier otro gremio de trabajadores en general no pueden hacer eso.

Yo creo que es más democrático armar un bochinche como este para llamar la atención del gobierno y de la sociedad sobre el tema y que todos y todas pensemos en eso y nos ofusquemos y tomemos partido por uno u otro modelo de país y pase algo. Mucho menos democrático es que grandes transnacionales o poderosos empresarios usen su gran capacidad de per$uación para comprar congresistas, funcionarios, leyes y procesos en clubes cerrados sin que nadie se entere.

A nadie le gusta que le cierren la vía y no lo dejen llegar a donde quería ir. Es muy molesto que pongan barricadas y quemen llantas. Y es un delito que quemen un carro o destruyan alguna propiedad. En Colombia todo eso está criminalizado, hay penas por cerrar vías o por hacer barricadas, por ocultar el rostro e incluso por insultar a un policía.

Como militante de la noviolencia me gustaría que las protestar usaran esta metodología de acción y no la actual, que fácilmente conduce a la violencia. Pero a diferencia de la violencia, la noviolencia no es espontánea e instintiva, la noviolencia requiere entrenamiento, comprensión, superación de lo instintivo. Y, lo más importante, la noviolencia es una metodología de acción política. Implica movilización y vías de hecho. La ocupación pacífica de lugares y la obstrucción del tráfico se encuentran entre las técnicas de noviolencia más usadas en todo el mundo. Las huelgas y paros son por antonomasia métodos noviolentos de acción política.

Sin embargo, el objetivo principal de la noviolencia no es la efectividad política inmediata sino la superación moral de la injusticia, en ese sentido la noviolencia no busca «vencer un enemigo», sino demostrarle su error moral. Y para ellos necesita una fuerza moral enorme que le permita no dejarse provocar por la violencia. Sin esto, la noviolencia es solo un ejercicio táctico sin mayor sentido que se puede usar junto a un conjunto de «armas» muy diversas, como pasó en Siria o Egipto.

Para cumplir con ese cometido de mantener la dignidad humana y, al tiempo, reclamar más derechos es necesario que los movimientos que se revelan sobre bases noviolentas sean capaces de comunicar y de contar sus historias de explicar sus reivindicaciones

En este proceso, la capacidad de los medios alternativos y populares de cubrir lo que estaba pasando ha sido muy deficiente. Los sitios web de las principales organizaciones sociales, incluso las más comprometidas con el Paro fueron claramente pobres en el cubrimiento de la movilización. Con excepción de la denuncia por la detención del dirigente sindical Huber Ballesteros, la mayor parte de los sitios de los sindicatos y movimientos se dedicaron a publicar comunicados generales sobre el proceso. Los pliegos de peticiones se convirtieron en una pieza estática que en varios de ellos salta en el primer plano al abrirse la página pero pareciera no tener ninguna movilidad.

Los sitios con mayor enfoque periodístico como Prensa Rural o Contagio Radio han tenido un mejor desempeño, es claro que factores como la baja capacidad logística y financiera de estos medios no les permiten competir con los medios corporativos, es muy bueno ver como la articulación en red que se está dando les ha permitido mejorar su cobertura y capacidad de brindar información. Sin embargo, los sesgos sectáreos persisten haciendo por una parte que no se incluya en los sistemas en red a todos medios que podría incluirse y por otra que se desconfié mucho de las informaciones ciudadanas en general.

Y es que en esta coyuntura se ha visto el potencial de las redes sociales para generar información de primera mano. El video que está más arriba fue construido con varias piezas recogidas en diversas partes del país por ciudadanos y ciudadanas corrientes. Y allí se recogieron los que más han circulado, pero seguro hay más.

Yo dudo mucho que la revolución sea tuiteada, pero si creo que las redes sociales y las expresiones comunitarias y ciudadanas tienen un rol clave en fortalecer los procesos de reivindicación social. Creo que si bien no podemos comernos el cuento que la sola presencia de las redes sociales hace los procesos de transformación social como se ha dicho de tantos, desde la primavera árabe, hasta el 4 de febrero colombiano. Tampoco podemos creer que la red es solo un conjunto de herramientas de distracción masiva que desmovilizan y son más lo que estorban que lo que ayudan, como parecería que piensan muchos de los dirigentes de nuestra izquierda.

El Cacerolazo Nacional de esta noche en las plazas de las principales ciudades es una muestra de ello….

Afortunadamente el presidente sigue diciendo que no hay paro…

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