Mayda
Julaqui se bajó de su chinchorro para estar seguro de lo que veía. Efectivamente era una mujer… o no, mejor dicho era una niña. -No sabes que está prohibido a las mujeres entrar al dormitorio del shaman? -¿Cómo puede un señor que se levanta tan de mal genio ser el guía de nuestro pueblo? replicó …