A mi tampoco me gusta no poder pasar porque un paro o una manifestación cierra una vía y odiaría que mi casa o mi negocio fueran saqueados. A escala mayor es claro que todas estas acciones tienen un importante impacto económico y político, si no lo tuvieran no se harían. Sin embargo, el gobierno y muchos medios que le hacen eco, quieren que las protestas se hagan «pasito», sin molestar a nadie, en especial a ellos. Propongo una reflexión sobre lo que significa hacer política en la calle, en la que creo que tanto los defensores del establecimiento, como quienes buscan cambiar el estado de cosas tienen todavía mucho que evolucionar.