Gracias por las lágrimas
La verdad, quería que pasara algo acabara con el sistema. Ahora que pasó, descubro que soy parte del sistema y que no sé que hacer con lo que viene
Área de debate social y político en el que se comenta y se asumen posturas ante el devenir humano y se exploran alternativas de acción para los movimientos sociales y las organizaciones populares
La verdad, quería que pasara algo acabara con el sistema. Ahora que pasó, descubro que soy parte del sistema y que no sé que hacer con lo que viene
Mi hija me llamó a decirme que su mamá está asustada porque sus compañeros de trabajo, que viven en el occidente de la ciudad están asustados porque se les iban a entrar a sus conjuntos, también estaba preocupada por el novio que vive únicamente con su hermano más joven. Amigos y amigas de muchos ámbitos
Por décadas grité. Grité por los estudiantes, grité por el ambiente, grité por los trabajadores, por los indígenas, por las mujeres, por los ríos, por los derechos humanos, por la justicia. Grité mucho, pero callé. Callé mi boca, callé mi cuerpo, callé mi vestuario, hasta mi indignación. Callé por miedo. Por cuarenta años evité cualquier
Votamos como nunca, perdimos como siempre. Casi logramos que se aprobara el mandato al congreso para legislar en contra de la corrupción, como hace un par de meses casi logramos derrotar a los partidos tradicionales y hace dos años casi logramos aprobar el acuerdo para acabar con la guerra.
A diferencia del partido donde, perdiendo, algo ganamos, en el proceso del próximo domingo mucho podemos perder, incluso ganando.
Hubo una paz blanca, silenciosa, suave, perfumada y dulcecita. Hubo una paz sin protestas. Hubo una pax romana, hubo una paz mongola, hubo varias paces de los imperios. Hubo una paz de esas de las blanquitas, que, hace unas décadas, las dictaduras militares trajeron a algunos países de América Latina. Hubo una paz de esas
El domingo estuve dudando entre Fajardo y Petro casi hasta el final, el hecho que mi mamá y mi hermano votaran verde me hizo pensarlo dos veces, más tarde me enteré que mi hijo también había votado por el matemático. Mi hija y su madre, con quienes estoy cuando no estoy hospitalizado, votaron por Petro.
Lloró amargamente, lloró el jueves 6 de octubre de 1988. Lloró porque había perdido su sentido en la vida. Lloró porque el “no” había ganado el referéndum convocado por Pinochet.
Yo soy Rafael Uribe Noguera y quiero que se pudra en la cárcel, que lo mate una turba enaltecida, quiero venganza. Prefiero llenar mis redes sociales con mi indignación ante los hechos, que aceptar que soy como él: un sano hijo del patriarcado…
Acabo de leer en Las 2 Orillas una declaración de guerra que me tomo muy personal. He estado dudando en responder esto porque parece un planteamiento de los tiempos más oscuros del medioevo, pero creo que por eso mismo es necesario responderle.